
Evacuamos de 1,5 a 2 litros de orina al día de media. Orinar es un acto cotidiano y universal, una necesidad tan natural que no deberíamos preocuparnos. Y, sin embargo, cuando las ganas de orinar se vuelven urgentes y estamos en un espacio público, para nosotras, las mujeres, ¡es una auténtica lucha! A menudo nos aguantamos, no nos mantenemos hidratadas y ponemos en riesgo nuestra salud.
Orinar y estrategias...
Porque para nosotras, no basta con abrirnos la bragueta para orinar. Las chicas estamos acostumbradas a implementar todo tipo de estrategias para intentar encontrar nuestro lugar en la sociedad... ¡incluso para orinar! Sí, sí, se nos da muy bien aguantar, somos excepcionales dejando de beber, incluso agua, y campeonas en provocar infecciones urinarias.
¡Agáchate, pipí !
Por ejemplo, si estoy al aire libre, me agacho y orino con las nalgas al descubierto. Pero como suelo esperar demasiado, el chorro es tan fuerte que me salpico los pies. Y cuando tengo acceso a baños públicos, nunca me siento en el inodoro por miedo a contagiarme una infección por hongos. Orinar en cuclillas cuando eres pequeño no es muy práctico. Te arriesgas a tocar la tapa en cualquier momento, lo salpicas por todas partes, ¡y no le sienta bien al amigo que camina detrás de ti! ¿Sabes lo que hago? Bueno, me subo al inodoro, me agacho y orino. Pero no soy muy tranquilo, ¡y siempre tengo miedo de que alguien fuerce la puerta después de comprobar que nadie tiene los pies en el suelo !

En resumen, ¡sigue sin ser lo ideal! Y cuando pienso en mi madre, que no es tan libre como yo y no le gustaría que nadie le mirara las nalgas, en mi prima discapacitada que no puede subirse al baño, en mi hermana azafata que no tiene otra opción que orinar en gravedad cero, ¡siempre resurge esa vieja fantasía de orinar de pie con orgullo !
¡Ay, si pudiera orinar de pie ?
Sí, es cierto, con mis hermanas, esta idea nos ha pasado por la cabeza alguna vez. Pero al mismo tiempo, ¿no nos asusta un poco la imagen del hombre todopoderoso orinando por todas partes? ¿No refleja esta posición privilegiada la sociedad patriarcal contra la que luchamos ?
Entonces, ¿cómo podemos aceptarla, para liberarnos de la insoportable espera que con demasiada frecuencia pone en peligro nuestra salud cuando tenemos que orinar?
Y sobre todo, ¿cómo orinar de pie siendo mujer ?
Bueno, mientras esperamos que surjan baños más inclusivos en los espacios públicos, he encontrado un accesorio femenino que devuelve un poco de igualdad a nuestra sociedad: ¡el urinario de pie! Es un urinario de bolsillo femenino que te permite orinar de pie sin desvestirte. Lo probé y, sinceramente, cuando lo uso, ¡me siento como una auténtica reina !
Y ahora, ¿qué tal una pausa para orinar con Julie Auzou? Un podcast de Arte Radio en el que la periodista examina, a través del inodoro, lo que el acto de orinar revela sobre nuestras relaciones con el género.
Carolina P.